Objetivo, ¿cumplido?: el nuevo escenario que se abre en el BCE tras los siete recortes de tipos consecutivos
Con el precio del dinero en el 2% y la inflación de la eurozona en el 1,9%, Fráncfort abre una nueva etapa en la que deberá optar por seguir las directrices del FMI, manteniendo un tipo "acomodaticio" o continuar con la senda de las bajadas.

El objetivo del Banco Central Europeo parece que se ha cumplido. Pero la cosa no termina ahí y es que el séptimo recorte consecutivo tras la reunión del pasado jueves abre un nuevo escenario con algunas dudas sobre la política monetaria a seguir durante el segundo semestre de 2025.
Las voces discordantes sobre las bajadas de tipos aparecieron hace unas semanas desde el Fondo Monetario Internacional (FMI). La organización financiera internacional de las Naciones Unidas instó a Fráncfort a mantener el 2% como tipo neutral "salvo que se produzcan perturbaciones importantes", según aseguró Alfred Kammer, director del departamento del Fondo para Europa.
Las presiones del FMI, institución que lideró la actual presidenta del BCE, Christine Lagarde y la guerra arancelaria de Donald Trump pueden marcar el devenir del segundo semestre de 2025, pero, antes de hablar del futuro, hay que hacerlo del presente.
La inflación de la eurozona, justo donde querían
Mucho se ha hablado y analizado desde que, en abril de 2024, el Consejo de Gobierno del regulador de los bancos europeos dio un giro total en su política monetaria y aplicó la primera bajada de tipos de interés.
Desde entonces, salvo en la reunión de junio de 2024, la institución financiera no ha dejado de reducir los tipos de interés, pasando del 3,75% de junio al 2% alcanzado este jueves.
Esta reducción favorece la firma de hipotecas, ya que son más baratas que hace algo más de un año. De hecho, el euríbor ya contaba con esta reducción y se situaba este mismo jueves en el 2,055%. Un importante respiro para aquellos que actualizan su hipoteca variable.
Pero las buenas noticias no vienen solas. Desde las primeras medidas aplicadas por el BCE para frenar la inflación, el objetivo a medio plazo era el de que los precios se situaran cerca del 2%. Una meta que se alcanzó en septiembre de 2024, pero que ha sido este mes de mayo cuando ha vuelto a bajar del 2%. En concreto, la cifra actual de la evolución interanual de la inflación es del 1,9%.
Fin de ciclo
La propia Christine Lagarde reconoció en su intervención del pasado jueves que el Consejo de Gobierno está decidido "a garantizar que la inflación se estabilice de forma sostenible en nuestro objetivo del 2% a medio plazo", siendo conocedores de "las actuales condiciones de excepcional incertidumbre".
"Estamos dispuestos a ajustar todos nuestros instrumentos dentro de nuestro mandato para garantizar que la inflación se estabilice de forma sostenible en nuestro objetivo de mediano plazo (cerca del 2%) y preservar el buen funcionamiento de la transmisión de la política monetaria", reiteró.
Lagarde justificó que "al nivel actual de los tipos de interés, creemos que estamos bien posicionados para afrontar las condiciones inciertas que se avecinan". "Estamos llegando al final de un ciclo de política monetaria que respondía a shocks acumulados", razonó.
El tipo neutral
Un año después de que se iniciara la senda de los recortes, la incertidumbre provocada por la guerra comercial de Donald Trump y la presión del FMI buscan tener peso en la hoja de ruta del BCE.
No se había conocido el resultado de la reunión de este jueves en Fráncfort y los analistas ya tenían la mirada puesta en el futuro. Algunos de ellos creen que cada vez se está más cerca del tipo neutral, mientras que otros creen que la de junio no será la última bajada del ciclo.
Felix Feather, economista en Aberdeen, explica que su estimación neutral se sitúa en el 2% alcanzado. "El hecho de que el BCE no alcanzara su objetivo de inflación del 2,0%, la debilidad de la demanda y la previsión de un impacto negativo sobre el crecimiento derivado de la política arancelaria de EEUU influyeron en su decisión de eliminar cualquier restricción restante de la política monetaria", explica.
El experto considera que el escenario más probable "implica un solo recorte, llevando el tipo de depósito a un 1,75% modestamente acomodaticio", pero defiende que lo retrasará hasta la reunión del mes de septiembre.
Martin Wolburg, economista senior en Generali AM, cree que el BCE se está acercando cada vez más al "tipo de aterrizaje". "El aire para los recortes se está enrareciendo, vemos el riesgo de que el recorte definitivo se aplace a septiembre", explica.
Respecto al crecimiento de la eurozona, el experto espera "un repunte duradero de la actividad hacia finales de año". "Suponemos que las negociaciones acabarán poniendo fin a la guerra arancelaria en verano con un arancel de referencia sobre los productos de la UE no superior al 10%, más unos aranceles reducidos para productos específicos. Esto reduciría la incertidumbre y revitalizaría el comercio con Estados Unidos", razona.
Irene Lauro, economista para Europa de Schroders, destaca que "es probable que el aumento de la incertidumbre comercial frene la inversión en el segundo y tercer trimestres". Defiende que una vez que los tipos han llegado al 2%, se pueden mantener en la "horquilla de tipos neutrales estimada entre el 1,75% y el 2,25%".
"Esperamos que el BCE se mantenga a la espera. Hablar de subidas de tipos en 2026 parece prematuro dada la ralentización de la inflación y el planteamiento del Banco, muy dependiente de los datos, en un entorno de incertidumbre", ha razonado.
Francisco Quintana, director de Estrategia de Inversión de ING, cree que el BCE se ha mostrado extremadamente cómodo con la situación vivida con la inflación y cree que puede haber recortes adicionales, por lo que "la posibilidad de terminar el año en el 1,5% vuelve a estar encima de la mesa".
Preguntada este jueves sobre si cumplirá con su mandato hasta 2027 al frente del BCE, Lagarde dejó claro que busca recorrer esta nueva senda junto al organismo que preside y aseguró que "con tal seguridad". "Siempre he estado y estoy totalmente decidida a cumplir mi misión y a completar mi mandato", justificó.
Mientras la líder de la institución financiera muestra su compromiso por seguir liderando la política monetaria europea, Fráncfort se prepara para abrir un nuevo capítulo en el que tendrá que tomar más decisiones: optar por reducir en otros 25 puntos básicos en su reunión de julio, retrasar el recorte hasta septiembre y, sobre todo, determinar si esa será la última rebaja de lo que queda de 2025.
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