Las garrapatas se alimentan de la sangre de otros, entre ellos, los humanos. Según los Institutos Nacionales de la salud (NIH, por sus siglas en inglés), dependientes del gobierno estadounidense, "diferentes tipos de garrapatas viven en diferentes partes del país".

Algunos de estos animales podrían estar infectadas con algún tipo de organismos patógenos. Y los transmitirían al alimentarse de la sangre del animal que haya escogido como víctima. Lo mismo puede suceder con los humanos. 

En función del tipo de actividades que se realicen, la exposición a las mismas puede ser mayor o menor. Y, según la revista Bike, advierten de que hay un deporte con el que es más probable que una garrapata alcance a algún aficionado a la disciplina de mountain bike.

Desde la Agencia Española de Medicamentos y Productos (AEMPS), hablan de los repelentes de uso humano para evitar su picadura. 

En cualquier caso, si alguien sufre una picadura de garrapata, las recomendaciones de actuación son diversas. Si los síntomas no van más allá de los locales y asociados a la picadura, el paciente permanecerá en observación un mes tras la picadura. En caso de que la sintomatología sea de mal estado general o fiebre y similares, se procederá a un tratamiento con doxiciclina, recoge el Ministerio de Sanidad. 

Sea cual sea la circunstancia, un experto de la salud será el que mejor pueda diagnosticar al paciente. 

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