"Hay espacios y deportes para todo el mundo, pero debemos hacerlo con cabeza y bien asesorados"
Almudena Cid, Rudy Fernández, Alejandro Valverde y Saúl Craviotto aceptan el reto de Productos Azules de Decathlon y se atreven con nuevos deportes en los que no son pros (aún).

Acaba el curso, las vacaciones están a la vuelta de la esquina y la práctica de un deporte se propone como una de las mejores ideas en las que invertir el tiempo libre. Es divertido y los beneficios sobre nuestra salud física y mental son indiscutibles.
Para los que no tienen incorporada ninguna disciplina física en su rutina, este puede ser el mejor momento para empezar. Y para los que sí pero quieren probar nuevos retos, cualquier oportunidad debe ser bien recibida.
En ninguna circunstancia empezar a practicar un deporte tiene por qué ser complicado ni caro, ni hace falta contar con la equipación de un profesional desde el primer día. Esta es justo la filosofía que plantea la nueva gama de Productos Azules de Decathlon, una propuesta sencilla y realista para todos los que quieran dar el primer paso en alguna disciplina deportiva, incluso si ya son profesionales en otra.
La reconocida firma francesa de material deportivo ha retado precisamente a estrellas del deporte nacional para dar a conocer estos productos de alta calidad a precios asequibles, que nos facilitarán ese primer contacto con el fútbol, el baloncesto, el ciclismo, el pádel, el tenis, la gimnasia... Ellos son Alejandro Valverde, uno de los mejores ciclistas españoles de la historia, al mando ahora de la selección española de ciclismo; Rudy Fernández, el dos veces campeón mundial con la selección española de baloncesto y jugador durante veinte temporadas en la Liga ACB y cuatro en la NBA; Saúl Craviotto, piragüista y máximo medallista español en los Juegos Olímpicos; y Almudena Cid, la campeona de España de gimnasia rítmica en ocho ocasiones y la única que ha disputado cuatro finales olímpicas.
De la mano de Decathlon, estos queridos y respetados deportistas han aceptado el reto de empezar desde cero en una disciplina completamente nueva, recordando los primeros pasos que todos dieron alguna vez y les ayudaron a convertirse en grandes profesionales, destacando la importancia que la actividad física ha tenido en su vida y aconsejando a aquellos que quieren estrenarse.
Almudena Cid cambia las mazas por los bastones de senderismo

El palmarés de Cid basta para acreditar que ha sido una de las estrellas del deporte de nuestro país y convirtió la gimnasia rítmica en una de las disciplinas de más alto nivel en cuatro juegos olímpicos. Retirada desde 2008 de la alta competición, la esencia de Almudena sigue siendo el deporte, en sus múltiples formas.
¿Qué representa el deporte en tu vida?
Está en mi día a día. Yo creí que cuando dejase la rítmica desaparecía mi identidad de gimnasta, pero creo que esto es una forma de ver la vida y, afortunadamente, el deporte tiene muchísimos valores intrínsecos más allá del esfuerzo, la superación, el compañerismo y todos estos que se hablan. Para mí es también la capacidad de adaptación, la amplitud del campo visual, porque los aparatos me han enseñado a no tener que mirarlos directamente, sino saber que están ahí. Como en la vida, no puedes estar mirando una cosa constantemente sin darte cuenta de lo que pasa alrededor. El deporte significa constancia: no hay que parar. Es decir, aunque tengas una lesión, los deportistas de élite hemos aprendido a seguir con ella, protegiéndola y trabajando el resto del cuerpo, superando las dificultades. Movimiento, porque si no, no vas a salir.
¿Cómo fueron tus inicios en el deporte? ¿Qué productos azules recuerdas que tenías de pequeña?
La rítmica está asociada a la flexibilidad únicamente y, es verdad, que lo primero que te calzas son unas punteras, que es lo que protege esa parte del pie. Entonces, el primer producto azul que recuerdo es la puntera. Además, es que no hacíamos nada más, no hacíamos ni cuerda, ni pelota, ni mazas, porque todo eso llega cuando ya tienes un mínimo de conocimiento. Empiezas con lo básico, que te proteja bien los pies, que sea bueno, y después ya pasa a la acción con otros productos.
Como dato curioso, tengo que señalar que el cepillo del pelo eran mis mazas. Mi madre mientras me hacía la coleta me daba el cepillo y yo lo lanzaba y lo intentaba coger por el asa o por el mango… Así, luego me convertí en una gimnasta con mucha destreza con los aparatos, con la pelota, el aro, las mazas... Lo mismo con la cinta, cuando no había cintas te ponías un lazo con un palo y hacías tus espirales. Pero bueno, ahora tenemos productos asequibles que los padres se pueden permitir para empezar.
¿Qué le dirías a una familia para que sus hijos se animen apuntarse a algún deporte?
Creo que está bastante extendido que lo más saludable para un niño es que se ejerciten. Al final, el deporte lo que hace es ponerte en evidencia. Un tapiz es ponerte en evidencia delante de un público, delante de tus propios entrenadores, delante de ti mismo. Y entonces acabas manifestando e cómo estás, cómo eres y qué nivel de trabajo has hecho.
A mí me gusta que en verano, por ejemplo, los niños se metan en campus, que aunque los hay exclusivos de un deporte también los hay multidisciplinares, para que puedan probar varios y ver cuál les gusta más. Lo bueno es que el deporte en general se ha democratizado un poco; como que ahora las chicas ven que es posible practicar deportes que antes solo se asociaban a los hombres. Lo mismo en la rítmica, porque los niños están practicando gimnasia rítmica y somos pioneros en la práctica masculina, algo impensable en cualquier otra parte del mundo. Creo que todo niño tiene que probar porque siempre va a haber un deporte del que diga 'este es para mí'.
Y a esas personas adultas que no han hecho deporte nunca y quieren empezar ahora, ¿qué les dirías?
Primero, que su médico le va a recomendar movilidad y fuerza, ya sea yendo a un gimnasio con trabajo convencional o a través de una práctica deportiva. Creo que, si estás bajo el control de un médico y tienes capacidad para hacer ciertos deportes, debes lanzarte, pero con cabeza. Hay mucha locura, es decir, creo que la gente tiene que aterrizar un poco y pensar por qué y para qué haces deporte. O sea, ¿qué te quieres demostrar a ti mismo estas alturas de la vida? Si lo único que quieres es estar bien, haz algo, vete probando, pero con calma.
Los que venimos del deporte tenemos una conciencia corporal muy avanzada y sabemos hasta dónde llega nuestro cuerpo, pero mucha gente no ha crecido con este control e igual puede estar haciendo un abdominal con toda la espalda o el lumbar completamente arqueado y lo que está haciendo es perjudicar las lumbares. Hay espacio y deportes para todo el mundo, pero hay que hacerlo con cabeza y bien asesorados, y para eso están los profesionales de cada sector.
Rudy Fernández sale de la cancha para subirse a la bici

La vida de Rudy Fernández no se entendería sin el deporte. Antes de llegar a ser bicampeón del mundo de baloncesto y campeón de Europa con España, o de levantar, entre otros títulos, tres Euroligas y siete ligas con el Real Madrid, el balear probó todo tipo de disciplinas. Durante su infancia, Fernández jugó a fútbol, tenis, voley y hasta hizo natación antes de aventurarse definitivamente a forjar una carrera única en el baloncesto.
Te has recorrido todos los pasillos…
Siempre he sido muy deportista y he tocado todo tipo de deportes. Yo empecé jugando al fútbol, pero con mi padre jugaba mucho a tenis; luego acabé jugando a baloncesto y mi madre también me puso a hacer natación.
Para mí lo más importante, es que aunque te formes o estés centrado en un deporte, es prioridad el poder probar otras disciplinas y aprender de cada una de ellas. Escuché a otro jugador profesional que decía que le había ido muy bien practicar otros deportes para después ejecutarlos en el deporte del que era profesional.
Yo ahora que soy padre una de las primeras cosas que he hecho es poner a mis hijos a hacer deporte, como natación, y bueno… un poco de todo. Y Decathlon nos ofrece esa seguridad de contar con productos para iniciarse en cualquier tipo de disciplina. Siempre tienen los mejores productos en ese sentido.
Alejandro Valverde aparta los pedales para agarrar la pala de pádel

Su nombre es sinónimo de victoria, pero también de un carisma que le ha hecho único a ojos del aficionado español e internacional. Con un palmarés al alcance sólo de los elegidos sobre la bicicleta y ejemplo de una longevidad pocas veces vista, el hoy seleccionador nacional de ciclismo sigue de plena actualidad con su recién estrenado cargo.
Al hilo de la campaña de Decathlon, los deportistas insistís en que no hay una edad ideal para empezar el deporte, pero ¿hay algún deporte ideal para empezar según la edad que tengas?
Lo que te guste, eso lo primero. No tiene por qué haber edad si el cuerpo te lo permite.No necesitas ser 100% competitivo, simplemente notar que vas mejorando.
Mucha gente quiere hacer deporte pero se excusa diciendo "no tengo tiempo, llego muy tarde del trabajo”. ¿Qué consejo le darías a este tipo de personas?
Cada cual puede buscar su hueco, o antes o después del trabajo, y considero que no hay que olvidar el deporte. El trabajo de oficina, aunque no lo parezca, es cansado y necesita acompañarse de una actividad deportiva. El deporte cansa, pero a la vez te relaja, así que es muy bueno elegir una actividad que te guste, que te ayude a desconectar y encontrar esa horita para entrenar.
¿Cómo recuerdas tus inicios?
Yo empecé por hobby, de niño. Era algo más en mi día a día entre los estudios, pero cuando ves que vas consiguiendo resultados, que te gusta, acaba convirtiéndose en tu trabajo.
En aquellos años, pero también ahora que trabajas con la cantera, seguro que has visto a muchos padres que, seguro, creían que su hijo o hija sería una estrella. ¿Cómo gestionas ese trato y qué mensaje les darías?
Al niño no hay que presionarle, que lo haga lo mejor posible, pero sin meterle presión. Si lo haces, consigues que al final acabe por no gustarle lo que le gustaba. Para ellos puede ser un sacrificio demasiado grande y puede acabar por ser una pesadilla. Es importante estar con ellos, animarles y empujarles, pero sin añadir esa presión.
Saúl Craviotto se baja de la piragua para meter triples

Hablar de Saúl, es hacerlo del deportista olímpico español con más medallas de toda la historia. Su sexto metal en París 2024 abrocha una carrera aún abierta que ha hecho del piragüismo una disciplina cada día más cercana a todo el país. Porque además de referente del deporte español, el palista ilerdense es todo un icono social y mediático.
¿Cómo recuerdas tus inicios en el deporte?
Empecé tan pequeñito que ni recuerdo cuándo, exactamente. Tengo una foto subida en una piragua con año y medio, así que imagínate. Lo recuerdo feliz, yendo de vacaciones en un Renault 11 con la piragua en la baca. Mi padre es piragüista y fue el que me inculcó la pasión por el deporte. A partir de los 15, empecé a tener más ambición y a querer ir a mundiales, etcétera, pero hasta entonces lo hice por disfrute.
¿Qué es el deporte y por qué es tan relevante desde la primera edad?
El deporte es una forma más de educación, complementaria a las que se recibe en casa o en la escuela. Ayuda a forjar valores como constancia, compañerismo, te enseña a levantarte tras caerte... El deporte, en general, pone unos ladrillos en ese particular 'muro de valores`.
¿Qué mensaje darías a esos padres que creen que su hijo va a ser estrella?
Al padre le diría que se relaje, que ponga los pies en el suelo y que no cargue de piedras la mochila del crío. Para los niños, el deporte no va de ganar nada; es importante tener ambición, que si quedan cuartos se piquen un poco, pero sin el lastre de que tienen que ganar sí o sí. Mis padres siempre han estado en la sombra, me han ayudado, me han acompañado, pero dejándome fluir y se lo agradezco todos los días.
¿Cómo puede saber un niño qué deporte elegir?
Yo estoy en esa fase, porque soy padre de tres niñas de 10, 7 y 2 años. Las mayores están en baloncesto, en voley, tenis, natación... Ahora están en fase de prueba. La mediana quiere cambiar, de hecho.
Es el momento de disfrutar, de compartir con las amiguitas, pero sí que les marco una cosa: el compromiso. Para mí es fundamental que si empiezas con un deporte al comienzo de temporada termines esa temporada. Luego, si quieres, cambiamos al año siguiente, pero no me vale que a mitad de temporada si no te gusta el baloncesto lo dejes. Creo que eso es una forma de educar también.