Estamos un momento un poco complicado, por ser amable en el término. Hay una conclusión a la que se quiere llegar sí o sí y a partir de ahí se adapta lo que haga falta para llegar a esa conclusión. Da igual la presunción de inocencia y da igual todo lo demás. Da igual todo mientras sea verosímil. No verdad, verosímil. Ahora mismo los ciudadanos ya formamos parte de todo esto. Ahora podemos ser jueces y lo que vemos, oímos y escuchamos pasa directamente a nuestro imaginario. Formamos parte del resultado de la arquitectura de un escenario social muy enfocado al cortoplacismo, al sensacionalismo y al ruido. La hipérbole, las bolas de cristal funcionando a tope y cuando lleguen los hechos y la verdad… ya va dar igual.