El servicio de Criminalística de la Guardia Civil ha confirmado, a través de las pruebas de ADN, que los dos cuerpos que aparecieron calcinados en Campo Lameiro (Pontevedra) el 31 de mayo corresponden a la pareja desaparecida días antes en Moraña, según ha informado la Subdelegación del Gobierno.

Se trata de José Ramón G.C., de 50 años, y su pareja, Marisol C.P., de 49 años, de los que no se sabía nada desde días antes de aparecer los cadáveres en una zona apartada de Campo Lameiro, el pasado 31 de mayo, ella dentro de un coche y él a escasos metros.

Dos senderistas que pasaban por una zona apartada del lugar de Caneda fueron los que hallaron el vehículo calcinado y los dos cadáveres el pasado 31 de mayo, por lo que alertaron inmediatamente a las autoridades.

Todas las investigaciones oficiales apuntaban desde el primer día a que los cadáveres podrían ser los de esta pareja, si bien el deterioro que presentaban los cuerpos debido a las llamas ha dificultado las tareas de identificación.

Los investigadores sospechan que el hombre mató a su actual pareja, que apareció calcinada dentro del coche y, posteriormente, acabó también con su vida prendiéndose fuego. Aunque desde la Subdelegación del Gobierno insisten en que, por ahora, la investigación continúa y están abiertas todas las hipótesis, fuentes oficiales consultadas por EFE subrayan que la principal vía de trabajo es que puede tratarse de un crimen machista.

Las fuentes consultadas por EFE aseguran que la mujer, madre de cinco hijos de una relación anterior, figuraba en el sistema VioGén con riesgo alto y que, a pesar de existir esa orden de alejamiento, la pareja había retomado la convivencia.

Condenado en dos ocasiones por violencia machista

José Ramón G.C. había sido condenado por delitos de violencia de género en dos ocasiones tanto por hechos cometidos sobre su pareja anterior como con Marisol C.P.

A Marisol, según consideró probado la Audiencia de Pontevedra el pasado mes de marzo, la agredió en noviembre de 2021 en una estación de lavado de coches de Cuntis (Pontevedra) por lo que fue condenado a 23 meses de prisión y se le impuso una orden de alejamiento de dos años.

Él no entró en prisión por estos hechos, a pesar de que ya tenía una condena previa por maltratar a su pareja anterior, por la que le castigaron inicialmente a más de cinco años de cárcel, reducidos posteriormente a 21 meses tras recurrir la sentencia inicial.

Fue en 2019, cuando le condenaron por agredir a su pareja de ese momento que, según la sentencia, estuvo diez años sometida a constantes golpes, insultos y amenazas, y hasta llegó a agredirla cuando estaba embarazada. Estas conductas tenían lugar, en muchas ocasiones, delante del hijo en común de ambos, que en el momento en el que su madre denunció el maltrato tenía apenas seis años.

De confirmarse este caso como un asesinato machista, serían catorce mujeres las víctimas mortales de la violencia de género en lo que va de año, 1.308 desde 2003.

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