El caso Leire Díez o el esperpento que no lo es tanto: la realidad de unos días grotescos que no necesitan a Valle-Inclán
Fuentes socialistas y de Moncloa aseguran estar "tranquilos", no así sus socios, que muestran "malestar" por la gestión comunicativa desde que salieron los audios de la exmilitante socialista. El PP, mientras, huele la sangre en el Ejecutivo.

Lo ocurrido este miércoles durante la rueda de prensa de la ya exmilitante socialista Leire Díez sería un esperpento si no fuera porque no lo ha sido. Ni la escenografía de la comparecencia, con una Díez sentada durante media hora para posar ante las cámaras y cerrar intervenciones con diferentes medios, ni la irrupción del empresario Víctor de Aldama refieren a una realidad deformada al estilo de Valle Inclán. Todo sucedió así, tal cual se ha relatado, sin mayor necesidad de abalorios. En este caso, el espectáculo fue servido por la propia realidad objetiva. Uno puede tener opiniones enfrentadas sobre las motivaciones que impulsaron a cada uno de los protagonistas, pero no cabe distinción en lo que respecta a los hechos. Tampoco en lo relativo a la afectación que tal escena ha provocado en el Gobierno. Como recordaba hace unos años el periodista Manuel Jabois, ya se lo explicó al expresidente estadounidense Barack Obama uno de sus asesores: "Gobernar es saber que alguien, en cualquier lugar y en cualquier momento, la está jodiendo". Saberlo. Esa parece ser la clave.
Desde que El Confidencial publicara que Leire Díez, a quien define como fontanera de Ferraz y de Moncloa, había tratado de obtener información comprometida sobre la UCO en una conversación con el empresario Alejandro Hamlyn, imputado por corrupción, el PSOE ha negado en reiteradas ocasiones que la entonces militante socialista trabajara para el partido. Un extremo en el que ha incidido la propia Díez. No es fontanera ni "cobarde", dijo el miércoles para luego aclarar que es una "periodista con derechos" que trabaja "en un libro sobre el falso patriotismo y la trama de los hidrocarburos". ¿Y lo de ofrecer tratos de favor con Fiscalía a Hamlyn, para quien piden decenas de años de prisión? "Un farol", explicó Díez, que no ha dejado de insistir en su gira por diferentes medios, desde La 1 hasta Ok Diario, en que jamás ha reportado ningún trabajo al PSOE.
Pese a que desde la publicación de la grabación en la que participó Díez el PSOE no se pronunció con relación a cualquier intervención contra su militante, las presiones políticas, mediáticas y también internas llevaron a la formación a anunciar la apertura de un expediente informativo. Un momento en el que aprovecharon para reconocer el "daño reputacional" que causaba el hecho de que algunos medios considerasen a Leire Díez una "fontanera" del partido. "Expresamos nuestra perplejidad ante el tratamiento informativo de algunos medios de comunicación, titulando las informaciones referidas a este caso como la fontanera de Ferraz, cuando ni los textos ni los audios soportan en ningún caso titulares semejantes", denunció el PSOE.
En Ferraz pensaron que el estupor inicial se desinflaría cuando Díez anunció que presentaría su baja voluntaria, pero duró poco. Díez convocó a la prensa a una comparecencia y nadie sabía qué saldría de aquello. Y, en efecto, sucedió lo Berlanga llamó agenda de lo improvisto. La rueda de prensa se tornó un desastre cuando apareció el empresario Víctor de Aldama, un advenimiento que, a pesar del dislate, ofreció de nuevo al PSOE una oportunidad para desviar la atención. "El único que parece nervioso es Aldama", aseguraron a El HuffPost los socialistas este jueves. Es una opinión que comparten desde Moncloa. Fuentes del Gobierno consideran que "lo de Aldama es la gota que colma el vaso". "Ver a Aldama diciendo que Feijóo tiene que solucionar todo es lo único que faltaba", ironizan para considerar que "el PP está quemando todas las naves para ver si entra nerviosismo y entonces se convocan elecciones, pero no va a pasar". "Se traslada más malestar o nerviosismo en los medios que lo que realmente sucede en Moncloa, hay tranquilidad", aseguran. Eso sí, las mismas fuentes gubernamentales reconocen que las encuestas empiezan a ofrecer un gran ganador tras lo ocurrido estos últimos días: "Solo beneficia a Vox, y ya se ve en las encuestas".
La promesa de calma y tranquilidad, tanto en el PSOE como en el Gobierno, no obstante, esconde tintes de incredulidad. De hecho, los socios de los socialistas en el Ejecutivo, Sumar, reclaman más explicaciones. Desde el plató del programa Al Rojo Vivo, en La Sexta, la vicepresidenta Yolanda Díaz afirmó que había "mucho ruido, mucho fango y poca aclaración". Preguntada sobre si pensaba hablar del tema con el presidente, Pedro Sánchez, Díaz admitió que "sin lugar a duda merece una conversación". En Sumar admiten sentirse "molestos" con el PSOE por la gestión comunicativa. "Creo que la ciudadanía está esperando una respuesta", dijo Díaz.
Algunos socios de investidura han ido un paso más allá. Podemos y ERC han registrado una petición de comparecencia de Pedro Sánchez en el Congreso. "El presidente tiene que dar todas las explicaciones, porque es tanto el mayor responsable del Gobierno como del PSOE, para llegar al fondo del asunto y saber si es que el PSOE ha estado utilizando prácticas ilegítimas para luchar contras las cloacas del Estado sin hacer lo que tenía que hacer, que era limpiarlas democráticamente", ha defendido la secretaria general de los morados, Ione Belarra.
Pero quien de verdad ha visto una ventana de oportunidad para abatir al Gobierno es el Partido Popular. Además de pedir la comparecencia de Sánchez, su líder, Alberto Núñez Feijóo, ha llegado a definirlo como el "capo" de una "mafia". Desde al PP asisten, además, con sorna a las opiniones que lo sitúan como director de la orquesta organizada por Aldama. "Orwell, a la altura de un meritorio", escribió en redes su portavoz, Borja Sémper, después de que la ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez, asegurase en La 1 que la aparición del empresario "fue un esperpento muy guionizado por el Partido Popular".
Y mientras, con un Sánchez que no atiende a medios desde hace un mes, el PSOE se embarca también en una disputa interna con los contrarios a Sánchez. El discurso del presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page, casi imita el mensaje del Partido Popular y en redes sociales, el ministro Óscar Puente ha llegado a definir a Eduardo Madina como "el que faltaba del cuarteto de los resentidos, que no ganarían hoy en el partido ni una asamblea en su pueblo". Lo escribió después de que el exdiputado, que se enfrentó en las primarias al actual secretario general del PSOE, comentara en la SER que "no había un Aldama en el ciclo de Zapatero" ni "ninguna Leire Díez en el ciclo de Rubalcaba en el PSOE". Todo ello con Leire Díez y Víctor de Aldama en sendas giras por diferentes medios, ofreciendo a cada cual una opinión totalmente diferenciada, para mayor lío de la opinión pública. "En España podrá faltar el pan, pero el ingenio y el buen humor no se acaban", escribió Ramón María del Valle-Inclán en Luces de Bohemia.