El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, anunció este lunes ante el Comité Ejecutivo del partido la celebración este verano de un congreso nacional con la vista puesta en  "perfilar una alternativa de gobierno sólida" antes del nuevo ciclo electoral. "Tenemos que `poner el modo futuro porque no hay que perder ni un sólo minuto. Y hay que empezar ya. Por eso voy a convocar un congreso nacional con el objetivo de activar el partido y prepararlo para hacer frente en las urnas a Pedro Sánchez", señaló ante los suyos.

Feijóo, que se presentará a la reelección como presidente, ha contentado con esta decisión a parte de sus barones territoriales, que venían reclamando desde hace meses un cambio de caras en la Ejecutiva para relanzar al partido. Tal como publicó ayer El HuffPost, algunos de estos líderes creen que será muy bueno redefinir la estrategia y ponerse "a punto" ante un posible adelanto electoral una vez que los socialistas dan por perdidos los Presupuestos de 2025 y la Justicia sigue acorralando al entorno del presidente.

Pese a que en septiembre Feijóo dijo que adelantar congresos era algo que sólo hacían "partidos que pierden", el líder del PP ha reconsiderado su postura ante estas presiones. Pero lo ha hecho en el más absoluto secretismo. La reserva de Ifema como sede del encuentro, previsto para el 5 y 6 de julio, se hizo ya hace dos meses y Feijóo sólo se lo adelantó en los últimos días o semanas a los expresidentes José María Aznar y Mariano Rajoy para que fueran reservando su agenda. A Pablo Casado, su precedesor en el cargo, no se le ha consultado para conocer su disponibilidad en esas fechas.

Una situación que ha provocado un importante malestar entre los integrantes del comité de dirección, que se enteraron este jueves por la prensa de los rumores que apuntaban a la convocatoria de dicho congreso. “No nos han dicho nada de cambios o congreso, pero la gente está moviéndose y muy nerviosa”, reconocía a El HuffPost un barón del PP en estos días previos al Comité.

Las mismas piezas periodísticas ya hablaban de los cambios que Feijóo podría efectuar en la dirección del partido para cumplir con el objetivo de renovación que piden algunos. De hecho, el propio presidente del PP ya dijo ayer que aprovecharía el congreso para contar con "un equipo reforzado y un equipo ilusionante".

Algunos vicesecretarios están muy molestos por estas filtraciones en los medios y los rumores de posibles destituciones. "No es plato de buen gusto leer que te quieren cambiar”, señala uno de ellos. Internamente, los chats internos ya son un hervidero elucubrando sobre quiénes conformarán esa nueva dirección tras el 'cónclave'. Cuca Gamarra podría ser reemplazada de su puesto de secretaria general por Carmen Fúnez, actual vicesecretaria de organización. En los pasillos de Génova también circulan los rumores de que Alicia García dejaría la portavocía del PP en el Senado y que Borja Sémper haría lo propio a nivel nacional en favor de la vicesecretaria de Sanidad y Educación del PP, Ester Muñoz, un perfil que cotiza al alza.

Los barones dan por descontado que, sí o sí, habrá cambios y piden reforzar un gobierno en la sombra “de verdad”. En los asuntos económicos, por ejemplo, expresan su deseo de que alguien con un mayor perfil se encargue de la vicesecretaría de Economía.

El enfado con Feijóo se extiende también a Valencia por las informaciones que apuntan a que el líder del PP está maniobrando para que Mazón cierre su etapa como 'president' tras su discutida gestión de la DANA. Según El Periódico de Cataluña, el objetivo es que el PP no pierda el sillón del Consell en las urnas y que el sucesor logre olvidar su mácula antes de que vuelvan a convocarse elecciones. "Que (Feijóo) se preocupe de su congreso”, dice el entorno de Mazón al conocer estas informaciones. En el gobierno valenciano mantienen, además, que la opción de hacer presidenta a María José Catalá chocaría con Vox y con la voluntad de las provinciales.