Los ucranianos dan la espalda a Trump, pero no a Estados Unidos
El 72% de la población considera que el presidente estadounidense no es bueno para los intereses de Ucrania.

La figura del presidente estadounidense, Donald Trump, no convence a la mayoría de los ucranianos debido a su ambigua posición en el conflicto armado contra Rusia. Sin embargo, sí confían en Estados Unidos como socio estratégico.
Un reciente estudio del Instituto Internacional de Sociología de Kiev (KIIS) ha revleado que el 72% de los ucranianos considera que "es malo para Ucrania que Donald Trump sea el presidente de Estados Unidos", frente a un modesto 16% que cree que "es bueno" para los intereses nacionales. Esta percepción negativa hacia Trump se ha mantenido prácticamente invariable desde marzo, cuando el 73% de la población dejó de tener "buenas expectativas" respecto a su liderazgo.
Curiosamente, este desencanto contrasta con el clima de optimismo que rodeó su llegada al poder. En el periodo postelectoral, antes de su investidura, el 54% de los ucranianos albergaba "expectativas optimistas" ante el ascenso de Trump a la Casa Blanca. Sin embargo, esas esperanzas se han desvanecido rápidamente ante una política exterior que muchos en Kiev consideran ambigua o poco comprometida.
Estados Unidos, un buen aliado
Pese a esta percepción negativa hacia Trump, los ucranianos no han perdido la fe en Estados Unidos como país. El 64% de los encuestados lo sigue percibiendo como "un socio en el que confiar que quiere un final aceptable para la guerra", en clara alusión al conflicto con Rusia que ya ha dejado profundas cicatrices en el territorio ucraniano. Apenas un 24% opina lo contrario.
No obstante, la relación con Washington no está exenta de sombras. El 58% de los encuestados cree que "Estados Unidos está cansándose de Ucrania", una señal de alarma para los analistas políticos, que ven en este dato el reflejo de una creciente incertidumbre sobre la continuidad del apoyo occidental.
El estudio, realizado entre el 15 de mayo y el 3 de junio, se basa en entrevistas a 1.000 personas representativas de la población adulta ucraniana. Los resultados reflejan una "ligera mejora" en la percepción de la política estadounidense hacia Ucrania en comparación con marzo, aunque la opinión mayoritaria sigue siendo crítica.