El secretario general de la OTAN sugiere una fórmula de inversión global en el que los países destinen un 3,5% de su PIB en "gastos puros de Defensa", y otro 1,5% en otras inversiones de seguridad.
Macron y Rutte avalan que todos los aliados arrimen el hombro gastando más y denuncian "el rechazo ruso a prestarse de buena fe a los esfuerzos de una paz justa y duradera" en la negociación sobre Ucrania.
El embajador de Estados Unidos ante la OTAN, Matthew Whitaker, aseguró que espera que la próxima cumbre en La Haya "sea un éxito" y que todos los estados miembro demuestren "los progresos significativos en el aumento de sus presupuestos para hacer frente al desafío".
"El despliegue de fuerzas significativas para la ofensiva en las regiones de Járkov y Sumy sugiere que Rusia pretende aumentar sus exigencias territoriales", dice el ISW.
Gustav Gressel, del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores, lamenta que en el viejo continente no estén pertrechados para la amenaza de Moscú, ni en lo híbrido ni en lo convencional. "No, los europeos no están en absoluto preparados".
Londres y Berlín confirman que trabajan en un nuevo sistema de ataque de largo alcance, aunque aún no han decidido si será hipersónico, de crucero o balístico.