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Por qué es tan grave el plan de Israel de "conquistar" Gaza y quedarse 'sine die'

Por qué es tan grave el plan de Israel de "conquistar" Gaza y quedarse 'sine die'

No sólo planea la ocupación de un territorio reconocido mundialmente como palestino, sino que quiere echar a su población, en consonancia con el plan de hacer una Riviera que defiende Trump. Eso supone violar el derecho internacional.

Un soldado israelí, de pie sobre su tanque Merkeva mientras prepara el vehículo para actuar en Gaza, en el cruce de Suffa, en una imagen de archivo.Uriel Sinai / Getty Images

Israel planea tomar el control total de Gaza. Los ministros del Gabinete ultraderechista aprobaron ayer un plan para ello, pocas horas después de que el jefe del Estado Mayor del Ejército israelí anunciara la movilización de decenas de miles de reservistas con ese propósito: "conquistar" la franja costera palestina y hacerlo sine die. Por ahora, sin vuelta de hoja. Una ocupación aplastante que, además, contempla sacar a la población de su región, para tener un dominio total del suelo sin tener que atender a los palestinos. 

De implementarse esta hoja de ruta, ampliaría enormemente las operaciones de Tel Aviv en el territorio palestino, de consecuencias incalculables, un extra en una ofensiva que deja ya más de 51.000 palestinos muertos, su respuesta a los atentados de Hamás del 7 de octubre de 2023, que dejaron a su vez 1.200 israelíes muertos y 250 secuestrados. 

El nuevo plan, según han detallado funcionarios de Israel a medios locales, busca ayudar a Israel a alcanzar sus objetivos de guerra: derrotar al propio Movimiento de Resistencia Islámico y liberar a los rehenes retenidos en Gaza, pero también obligaría a cientos de miles de palestinos a desplazarse hacia el sur del enclave, lo que probablemente agravaría aún más la ya crítica situación humanitaria, que es desesperada, sin exageraciones, después de dos meses de no tener ni una gota de ayuda humanitaria. La prohibición de entrada de ayuda (alimentos, agua, combustible o medicinas) ha provocado una grave escasez de suministros y hambre generalizada, lo que ha disparado la desesperación. 

Desde el colapso del alto el fuego entre Israel y Hamás a mediados de marzo, Israel ha lanzado intensos ataques sobre Gaza, que han causado cientos de muertos, con la fiereza de los peores días de esta guerra. Ha capturado amplias zonas del territorio y actualmente controla aproximadamente el 50% de la franja. Antes de que terminara la tregua, el Gobierno de Benjamin Netanyahu suspendió toda la ayuda, bloqueando el paso en los accesos que Tel Aviv controla, no de ahora, sino desde que aplicó el cerco a la franja en 2007, tras la victoria electoral de Hamás. 

Ahora entramos en una nueva y desconocida fase, que literalmente contempla "la captura de la franja y el mantenimiento del control sobre los territorios". Además, se pretende impedir que el grupo islamista distribuya la ayuda humanitaria, argumentando que esto refuerza su control en Gaza. Israel también acusa al partido-milicia de apropiarse de dicha ayuda para fortalecer sus propias capacidades. El plan incluye además ataques intensificados contra objetivos del grupo, aunque Naciones Unidas haya confirmado que, más allá de los milicianos asesinados en este tiempo, la inmensa mayoría de las vidas perdidas en Gaza son de civiles. 

Israel está en contacto con varios países sobre el plan del presidente de EEUU, Donald Trump, para tomar el control de Gaza y reubicar a su población, bajo lo que las autoridades invasoras han denominado "emigración voluntaria", una propuesta que ha generado condenas por parte de aliados de Israel en Europa y el mundo árabe. La idea es que estados como Egipto o Jordania se queden con los palestinos que salgan de Gaza, para no volver. Es una ocupación pura y dura de un territorio internacionalmente reconocido como suelo palestino, que debe formar parte de su futuro estado (ya reconocido por el 90% del planeta y que tiene el estatus de estado observador, no miembro, en la ONU). 

"(Las fuerzas israelíes) no entrarán y luego se retirarán. Ese no es el objetivo", dijo Netanhyahu anoche en un videomensaje en su cuenta de X, en el que tildó de "operación contundente" la nueva campaña militar, que incluye el desplazamiento de la población al sur "para protegerla" y "ataques poderosos contra Hamás", según detalló una fuente oficial israelí. "Esta fue la recomendación del jefe de Estado Mayor: avanzar, como él mismo expresó, hacia la derrota de Hamás. Cree que esto también nos ayudará a rescatar a los rehenes en el camino. Estoy de acuerdo con él. No cejaremos en este esfuerzo y no renunciaremos a ninguno. Eso es lo que estamos haciendo", agregó Netanyahu.

En la Franja siguen quedando 59 rehenes (Israel estima que solo 24 de ellos siguen vivos) en manos de Hamás, que en las últimas semanas habían ofrecido liberarlos a todos a cambio de la retirada total de las tropas israelíes. El nuevo plan israelí aleja ahora, más que nunca, la posibilidad de que a corto plazo llegue un nuevo acuerdo de alto el fuego, que los familiares de los rehenes también exigen. Familias que han estado protestando en la pasada noche, porque entienden que esta apuesta a por todas de su Gobierno no va a acercar la llegada de sus familiares, sino que la aleja, los pone en un peligro mayor. 

Protesta en Jerusalén contra el Gobierno de Benjamin Netanyahu y su actuación en Gaza, el 5 de mayo de 2025.Ammar Awad / Reuters

Por otra parte, Netanyahu también dijo que "es necesaria" la creación de una comisión estatal sobre los ataques de Hamás de octubre de 2023, pero que solo se establecerá una vez concluya la guerra en Gaza.

"Dijimos desde el principio que lo haríamos al final de la guerra", añadió, tras las críticas que este lunes lanzó el Movimiento por un Gobierno de Calidad en Israel al conocer que el gabinete de seguridad aprobó anoche aplazar su creación. 

El gabinete también aprobó, en principio, un plan para entregar ayuda a través de empresas privadas, lo que pondría fin al bloqueo. La ONU y otras agencias de ayuda han dicho que la propuesta violaría los principios humanitarios básicos y que no cooperarán.

Las primeras reacciones

Un funcionario de Hamás dijo que el grupo rechazó la "presión y el chantaje" de Israel. Cuando se le preguntó sobre el plan israelí de ampliar su ofensiva, el presidente Donald Trump repitió su promesa de ayudar a llevar alimentos a los palestinos allí. 

La UE instó previamente a la moderación, expresando su preocupación por las nuevas víctimas y el sufrimiento de la población palestina.

Han sido contundentes en sus reacciones países como Reino Unido o Francia. "El Reino Unido no apoya la expansión de las operaciones militares de Israel en Gaza. La continuación de los combates no beneficia a nadie", dijo un portavoz del ministerio de Exteriores de Londres. "Instamos a todas las partes a que reanuden urgentemente las conversaciones, implementen íntegramente el acuerdo de alto el fuego y trabajen por una paz permanente. El territorio palestino no debe verse reducido en el curso de esta guerra", afirmó.

El ministro de Exteriores de Francia, Jean-Noel Barrot, ha descrito, por su parte, como "inaceptable" el plan de "conquista". En una entrevista con la emisora de radio francesa RTL, ha explicado que el Gobierno israelí "está violando el Derecho Internacional" en su intento por "conquistar la Franja y hacerse con el territorio". Es por ello que el ministro ha reiterado que Francia se opone firmemente a este "plan de ocupación".

En este sentido, ha hecho un llamamiento a establecer un "alto el fuego urgente" y a lograr una distribución de ayuda humanitaria "sin obstáculos". "Incluso aunque haya una guerra, no se puede atacar a la población civil y los trabajadores humanitarios. No es una ofensa para los israelíes decir que este Gobierno está violando claramente el Derecho Internacional", ha dicho. "Todo el mundo en Gaza lo dice: el Comité Internacional de Cruz Roja, el Programa Mundial de Alimentos... No hay nada que comer. El riesgo de hambruna es real. Tenemos que abrir el acceso a la ayuda humanitaria", ha aseverado, al tiempo que ha indicado que París está trabajando para lograr el reconocimiento del Estado palestino".

Derecho violado, ultras felices

Trump, cuando en febrero dijo que Gaza que sería la "Riviera del Medio Oriente", abriendo las puertas al plan de Netanyahu que ahora sale a la luz, no se dio cuenta del minúsculo detalle de que Gaza es de los gazatíes, de los palestinos. Según el derecho internacional, los intentos de trasladar poblaciones por la fuerza están estrictamente prohibidos, y tanto los palestinos como las naciones árabes verán esto como una propuesta clara destinada a su expulsión y a la limpieza étnica de los palestinos de su tierra.

Es por eso los dirigentes árabes ya han rechazado categóricamente sus ideas. En sucesivas declaraciones, Egipto, Arabia Saudita, los Emiratos Árabes Unidos, Qatar, la Autoridad Palestina y la Liga Árabe han dicho que tal medida podría "amenazar la estabilidad de la región, correr el riesgo de expandir el conflicto y socavar las perspectivas de paz y coexistencia entre sus pueblos".

Quien se frota las manos es la extrema derecha ultranacionalista de Israel, que desde hace años desea expulsar a los palestinos de los territorios ocupados y ampliar los asentamientos judíos en su lugar. Los últimos colonos se fueron de Gaza en 2005, generando un hondo pesar en el movimiento ocupante, que recuerda la Franja como un paraíso perdido. Desde que comenzó la ofensiva sobre la zona, varios colectivos se han acercado a los muros de separación -hasta han conseguido penetrar unos metros sin castigo del Ejército- para avisar de que un día volverán. 

Es por eso que los partidos de ultraderecha que sostienen al Likud de Netanyahu están eufóricos en estas horas, tras el conocimiento de un plan que punto por punto siguen sus postulados. Desde los ataques del 7-O contra Israel, estos grupos –cuyos líderes forman formado parte de la coalición, la que lo mantiene en el poder pese a los errores de aquellos atentados y evitan que rinda cuentas ante la justicia por supuesta corrupción– han exigido que la guerra contra Hamás continúe indefinidamente, prometiendo en última instancia restablecer los asentamientos israelíes en la Franja de Gaza. Ha habido quien se ha ido del Ejecutivo y ha vuelto cuando el armisticio se ha acabado, incluso. 

Naima, madre de Hala Zaarab, una recién casada que murió en un ataque israelí, consolada por una amiga en Khan Younis (Gaza), el 3 de mayo de 2025.Hatem Khaled / Reuters

Tanto el plan de Israel como el de EEUU ha sido calificado de "alocado", "ilegal" o "drástico", por ejemplo, por Ezequiel Cruz, experto en derecho internacional y antiguo cooperante mexicano en Palestina, consultado en su momento por El HuffPost. Entre otras cosas, porque, recuerda, "se viola el derecho internacional y, en concreto, las Convenciones de Ginebra". 

Cita el artículo 17, que reza: "No se podrá ordenar el desplazamiento de la población civil por razones relacionadas con el conflicto, a no ser que así lo exijan la seguridad de las personas civiles o razones militares imperiosas. Si tal desplazamiento tuviera que efectuarse, se tomarán todas las medidas posibles para que la población civil sea acogida en condiciones satisfactorias de alojamiento, salubridad, higiene, seguridad y alimentación. No se podrá forzar a las personas civiles a abandonar su propio territorio por razones relacionadas con el conflicto".

"Este plan enfurecerá a las poblaciones y no sólo habrá levantamientos violentos de grupos o milicias, sino populares. Y es muy complicado lidiar con la calle levantada", augura. Reconoce el olvido de la causa palestina incluso en el mundo árabe en las últimas décadas pero se aferra a "la gravedad de las novedades" para hacer ese pronóstico. "Es un enfoque maximalista que compra a Israel su modelo para la zona, a los más radicales del Gobierno", valora.

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Incluso si no hay evacuación, se "está logrando algo muy peligroso que es hacer que parezca normal hablar de evacuar a personas que tienen legítimo derecho a permanecer en su tierra". Algo que puede servir "si no de hecho consumado, sí de idea válida" para el futuro del conflicto inacabable, una idea "de mentalidad colonizadora". Cualquier alto el fuego, además, "puede darse por dinamitado" si se va adelante con el proyecto.

MOSTRAR BIOGRAFíA

Licenciada en Periodismo y especialista en Comunicación Institucional y Defensa por la Universidad de Sevilla. Excorresponsal en Jerusalén y exasesora de Prensa en la Secretaría de Estado de Defensa. Autora de 'El viaje andaluz de Robert Capa'. XXIII Premio de la Comunicación Asociación de la Prensa de Sevilla.