Qué se puede esperar tras la negociación Ucrania-Rusia de Estambul: acuerdos, plazos y desencuentros
El maximalismo en las condiciones de Moscú impide de nuevo un alto el fuego, ni temporal. Su memorándum, sin cesiones, hace temer otra enmienda a la totalidad de Kiev. Sólo hay esperanza para los prisioneros. En una semana, los detalles.

Segundo intento, segunda decepción. Los representantes de Rusia y Ucrania se reunieron ayer en Estambul (Turquía) en una nueva ronda de conversaciones de paz directas en poco más de dos semanas pero, aparte de acordar el intercambio de miles de sus soldados muertos y heridos graves, prisioneros en manos del enemigo, no hicieron ningún progreso para poner fin a la guerra. La "operación militar especial", como la llama el Kremlin, supera los tres años y no ve un armisticio a la vista. Tampoco una victoria.
Las conversaciones tuvieron lugar un día después de una serie de sorprendentes ataques de largo alcance por parte de Ucrania, en los que dio un golpe letal a la aviación estratégica de su ocupante. Fue el elefante en la habitación, el tabú en todas las comparecencias. De eso no se habló, pero cambió el clima respecto al encuentro previo del 16 de mayo: Rusia sigue fuerte en el campo de batalla, pero aún tiene que encajar este golpe literal y figurado.
Tras la primera cita —auspiciada por el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, con el beneplácito de los Estados Unidos de Donald Trump—, ambas partes acordaron elaborar propuestas para un posible alto el fuego. Ucrania presentó su documento hace unos días, mientras que Rusia plantó su memorando sobre la mesa ayer mismo, sin posibilidad de estudiarlo. Pero la primera conclusión clara del encuentro cara a cara en el Palacio de Ciragan es que no habrá alto el fuego.
La delegación ucraniana dice que llegó a Estambul con "puntos claros", según declaró el ministro de Defensa, Rustem Umerov, que la encabezaba. El primero de ellos era hacer callar las armas al menos 30 días, un armisticio incondicional de entrada en vigor inmediata, con posibilidad de prórroga por tres meses. Rusia planteó una rebaja de calado: no más de dos o tres días y con condiciones. Esta propuesta, más todo el dossier ruso, será ahora estudiado por las autoridades de Ucrania en un plazo de una semana. Después se "coordinarán las medidas futuras", dijo el ministro, en términos poco claros. "Le dijimos a Rusia que necesitamos tiempo para revisarlo", resume el primer viceministro de Asuntos Exteriores, Serhii Kyslytsia.
El jefe de la delegación rusa, Vladimir Medinsky —que ya dirigió las negociaciones con Ucrania en marzo y abril de 2022, al inicio de la invasión— detalló que su esperado memorando consta de dos partes. La primera describe la visión de Moscú para una paz a largo plazo; la segunda enumera los pasos para un alto el fuego total. Según enfatizó, esa segunda parte incluso ofrece cierta "flexibilidad". Nadie sabe qué significa esa palabra en boca de uno de los hombres fuertes de Vladimir Putin.

Según publicaron los medios rusos oficiales, como TASS y Ria Novosti, la postura de Moscú se mantiene inalterada, porque el documento incluye la exigencia a Kiev de que retire sus tropas de las cuatro regiones del país que Moscú reivindica como anexionadas desde septiembre de 2022 (Donetsk, Lugansk, Zaporiyia y Jersón, sólo parcialmente ocupadas por sus tropas) o reconocer la anexión rusa de la península de Crimea (anexionada también sin reconocimiento internacional en 2014) antes de la "implementación de un cese al fuego de 30 días". Los soldados ucranianos deberán "retirarse a una distancia de la frontera de Rusia acordada por las partes" antes de dar el paso, añade en su listado, que puedes consultar completo en esta información de Jesús Delgado Barroso.
Sobre la duración de la tregua, Medinsky dijo que apuesta por introducir un alto el fuego "de dos a tres días" en zonas específicas del frente "para que los comandantes puedan recuperar los cuerpos de sus soldados". Nada más.
Aunque el gabinete de Volodimir Zelenski tiene por delante el plazo que él mismo ha acatado para revisar la propuesta, el viceministro Kyslytsia ya hizo declaraciones en caliente a medios como la agencia ucraniana RBC denunciando que sus rivales rechazan rotundamente un alto el fuego incondicional, que para Kiev es la clave de bóveda de un hipotético acuerdo. Luego fue Zelenski el que dijo, indignado: "Creo que son unos idiotas, porque un alto el fuego tiene como objetivo evitar que mueran personas (...). Para ellos es solo una breve pausa en la guerra", dijo en sus redes sociales.
No augura nada bueno para los siguientes encuentros por venir.

Lo acordado: los prisioneros
El segundo punto de la reunión en Estambul fue la liberación de todos los ucranianos retenidos por Rusia. Según Umerov, el negociador de Kiev, acordaron centrarse no tanto en las cifras como en las categorías específicas de detenidos. Al final, las partes han acordado un intercambio de todos los prisioneros gravemente heridos y enfermos, de ambos lados, y lo mismo se hará con los soldados jóvenes, de entre 18 y 25 años.
"El intercambio de prisioneros de guerra se realizará de forma paritaria. En total, no menos de mil personas, posiblemente más, hasta 1.200. Todavía se está contando", dijo Medinsky a TASS, añadiendo que las comisiones médicas comenzarán a trabajar pronto y los intercambios se realizarán regularmente, sin esperar decisiones políticas importantes ni paralelas. Zelenski, en su habitual mensaje nocturno, ha indicado que habrá otro intercambio de "otros mil por mil y otros 200 por 200". Según el mandatario, las listas se intercambiarán con Rusia esta semana, después de lo que comenzará la verificación final.
Además, invasor e invadido acordaron la devolución de los cuerpos de 6.000 militares ucranianos fallecidos, hoy en manos rusas. Esa entrega se hará la próxima semana, en un día por determinar, y de forma "unilateral", como quiso lucir Moscú, que además fundamentó esta supuesta cesión en "motivos cristianos, para que puedan ser enterrados con humanidad". Lo cierto es que es una medida que, más allá de lo simbólico, ayuda a cerrar heridas en las familias que los esperan. Añadió el negociador ruso en medios nacionales que desconoce si la parte ucraniana puede devolver los cuerpos de los rusos fallecidos, pero de ser así, los "aceptarán también". Zelenski elude esa miel y avisa: puede haber problemas por parte rusa, ya que sólo se ha identificado el 15% de esos 6.000 cuerpos; ya anteriormente se dieron casos de soldados rusos muertos que fueron presentados como ucranianos fallecidos.

Los niños robados
La parte ucraniana planteó también ayer la cuestión del traslado de niños deportados o retenidos ilegalmente desde los territorios ocupados. Rustem Umerov informó de que se entregó a Rusia una lista de varios cientos de nombres de menores a los que se intenta rescatar. Las autoridades ucranianas denuncian que más de 20.000 niños han sido secuestrados sin el permiso de sus familiares, tachando los secuestros como crímenes de guerra, en línea con la propia definición de genocidio del tratado de la ONU. Kiev le da una enorme importancia al movimiento que Rusia haga: el jefe de la Oficina del Presidente Zelenski, Andriy Yermak, dice que es "la primera prueba de la sinceridad de las intenciones" de su atacante.
Medinsky, por su parte, afirmó que Rusia no secuestró a los niños, sino que supuestamente los evacuó. Su relato es que se los llevó por cuestiones de seguridad, no como arma de guerra ni para rusificarlos. Moscú, avanzó, está dispuesta a repatriar a los niños que tengan familiares vivos y se quejó de las estadísticas de Ucrania: si hay 20.000, ¿por qué en Estambul entregaron una lista con poco más de 300 nombres?, expone Ria Novosti. "No monten un espectáculo para ancianas europeas sin hijos", rechazó.
Según Zelenski, de nuevo estas declaraciones revelan la actitud de Rusia hacia el aspecto humanitario y que si por ahora la lista de peticiones es menor es porque saben que tienen que ir paso a paso, empezando por casos urgentes más documentados. Porque esa es otra de las características de estos dramas: la ausencia de información de dónde están los menores. "Nuestro equipo se sintió ofendido por esto. Pero, siendo sinceros, yo no. Creo que es importante no por la cantidad, sino porque reconocen el hecho en sí: que se llevaron a los niños. Nosotros decimos que fueron miles, ellos dicen cientos. Lo importante es que ahora se registre el hecho", insistió el mandatario en su mensaje diario. "Todas las familias serán reunidas; es una cuestión de honor", se ha convertido en un lema recurrente en el Gobierno de Kiev.
Según el portal norteamericano Axios, que cita fuentes negociadoras ucranianas, los rusos propusieron devolver a 10 niños antes del 10 de julio, "pero se trata de una porción extremadamente pequeña de todos los niños ucranianos secuestrados", lamentan. En marzo de 2023, la Corte Penal Internacional emitió una orden de arresto contra Putin por crímenes de guerra precisamente porque lo considera "presuntamente responsable" de los crímenes de "deportación ilegal de población" y de "traslado ilegal de población" en relación a esos niños ucranianos sacados a la fuerza de las zonas ocupadas por Rusia. Dicha orden se dirige también contra Maria Lvova-Belova, la Comisionada Presidencial para los Derechos del Niño en Rusia.

¿Cumbre de líderes?
El tercer punto de las negociaciones en Estambul fue si habrá o no una reunión a nivel de líderes, de presidentes. El ucraniano Umerov reiteró que sólo a este nivel se pueden resolver todos los asuntos clave en cuestión. Además, no es estrictamente necesario que Zelenski y Putin se reúnan en persona, solos, en un cara a cara inédito. La participación de otros líderes (el presidente turco, el norteamericano) no sólo sería aceptada sino beneficiosa. "Creemos que un mayor trabajo entre las delegaciones sólo tiene sentido si se dirige a preparar una reunión de líderes. Propusimos a la parte rusa celebrar dicha reunión a finales de este mes, entre el 20 y el 30 de junio", añadió el jefe de la delegación ucraniana.
En respuesta a la pregunta sobre la posible celebración de una tercera ronda, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Ucrania, Heorhii Tykhyi, reiteró que únicamente se podrá discutir si la parte rusa está dispuesta a preparar una reunión de mandatarios. En cualquier caso, "Kiev está dispuesta a participar en futuras rondas, independientemente de la sede", matizó. Zelenski reiteró su disposición a dicha reunión. "Le dije [a Erdogan] que apoyo una reunión de líderes porque tengo la impresión de que no se logrará un alto el fuego sin nuestra reunión", declaró anoche.
Medinsky no hizo ningún comentario en Estambul sobre la reunión de líderes ni sobre la exigencia de Ucrania de celebrarla entre el 20 y el 30 de junio. Sin embargo, a tenor de lo dicho este martes por el Kremlin, queda claro que no lo ven. "Si somos sinceros, en breve, difícilmente", ha reconocido Dmitri Peskov, portavoz presidencial, ante la posibilidad de sentar a Putin y Zelenski, con Erdogan o Trump. "El presidente Putin ha afirmado en numerosas ocasiones su voluntad de celebrar reuniones al máximo nivel, pero, al mismo tiempo, añadió que dichos encuentros deben ser producto de acuerdos alcanzados" durante las negociaciones, añadió. Y ya se sabe lo que dice Trump: "No creo que pase nada hasta que él y yo nos reunamos". Va por el líder ruso.
La parte turc se mostró mucho más positiva ayer tarde. El presidente Erdogan declaró que reunir a Putin, Zelenski y Trump en Ankara o Estambul es su mayor deseo.
Suena a quimera. Considerando todas las declaraciones de estas horas, una reunión entre Zelenski y Putin parece actualmente improbable, especialmente dentro del plazo establecido para finales de mes. Según las propuestas ucranianas, los parámetros de un acuerdo de paz se ultimarían en dicha reunión. Pero a juzgar por lo que Moscú podría exigir en su memorando, incluso las perspectivas de un alto el fuego duradero parecen bastante sombrías.
O sea, sin líderes o con líderes, las exigencias rusas no cuadran y la guerra sigue. Las diferencias sobre un alto el fuego son formidables y ya casi parece un logro enorme que nadie haya roto la baraja y sigan las conversaciones.