Reino Unido ha suspendido las negociaciones comerciales con Israel debido al incremento de la ofensiva sobre Gaza y el bloqueo a la entrada de ayuda humanitaria, según ha anunciado el ministro de Asuntos Exteriores británico, David Lammy, quien también ha citado a la embajadora israelí en Londres. Además, ha advertido de "más medidas en respuesta" si Israel no modifica sus acciones.

Lammy ha realizado el anuncio durante una intervención para tal fin en el Parlamento británico. Para el ministro británico, según declaraciones recogidas por The Guardian, "toda la Cámara debería poder condenar rotundamente la negación de alimentos por parte del Gobierno israelí a niños hambrientos. Está mal. Es atroz".

"Oponerse a la expansión de una guerra que ha matado a miles de niños no recompensa a Hamás. Oponerse al desplazamiento de cientos de miles de civiles no recompensa a Hamás. En este lado de la Cámara, tenemos clarísimo que lo que está sucediendo es moralmente incorrecto, injustificable y debe cesar", ha recalcado Lammy. El responsable de Exteriores ha aclarado que es plausible criticar a Hamás pero hacerlo también con Israel: "Para ser claro, creo firmemente que Hamás mantiene como rehén al pueblo palestino. Pero así como puedo sostener eso, también puedo sostener en mi corazón y en mi mente que es moralmente reprensible continuar este bloqueo para reducir 400 puntos de ayuda humanitaria a cuatro. Es imposible. Es intolerable y, por supuesto, el Reino Unido debe alzar la voz contra ello".

El ministro británico también ha hecho referencia a la advertencia que esta mañana realizó en la BBC el representante de ayuda humanitaria de Naciones Unidas, Tom Fletcher. Según dijo, 14.000 bebés podrían morir en la Franja de Gaza en las próximas 48 horas si Israel no permite la ayuda necesaria para su supervivencia. "Esto es abominable - ha dicho David Lammy -. Los civiles de Gaza se enfrentan al hambre, la falta de vivienda y al trauma, desesperados por el fin de esta guerra, y ahora se enfrentan a nuevos bombardeos, nuevos desplazamientos y nuevo sufrimiento".

Una vez conocida la noticia, el Ministerio de Exteriores de Israel aseguró que todo se debe a una "obsesión antiisraelí". "Si debido a la obsesión antiisraelí y a consideraciones políticas internas el Gobierno británico está dispuesto a perjudicar la economía británica, es su propia prerrogativa", ha expresado el portavoz de Exteriores, Oren Marmostein.