Rusia ha reubicado sus bombarderos estratégicos Tu-160 en la base aérea de Anadyr, en el extremo oriental del país, a poco más de 500 kilómetros del estado estadounidense de Alaska, según ha informado el portal Defence Blog. Mientras, los analistas califican esta medida de intento paradójico de proteger sus aviones de los ataques con drones ucranianos acercándolos a su principal adversario geopolítico.

Imágenes satelitales muestran al menos dos Tu-160, conocidos por la OTAN como "Blackjack", desplegados en el aeródromo de Anadyr (también llamado Ugolny). La base, ubicada a más de 6.600 kilómetros de Ucrania, no tiene acceso por carretera y depende del transporte aéreo y del suministro marítimo estacional, según un informe de Defense Express.

Este movimiento se produce tras una oleada de ataques de precisión con drones ucranianos en el marco de la Operación Telaraña, que dañaron o destruyeron varios bombarderos rusos. "Tras sufrir pérdidas en bases clave como Engels y Olenya, el ejército ruso parece estar trasladando activos estratégicos a sus instalaciones más remotas", han recalcado. 

"Lo que hace que este desarrollo sea particularmente sorprendente es la elección geográfica. Al situar bombarderos cerca de territorio estadounidense, Moscú intenta aislarlos de futuros ataques ucranianos, incluso si eso implica colocarlos más cerca de las redes de vigilancia y la infraestructura de respuesta estadounidenses", ha destacado. 

Esto, según han remarcado, se trata de una contradicción estratégica que subraya el cambio en la percepción de la amenaza por parte de Rusia. El Kremlin ahora está más preocupado por los ataques con drones desde Kiev que por su estrategia de disuasión hacia Washington.

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