Los científicos observan con cámaras GoPro a osos polares y descubren que se han transformado
Les vieron alimentarse de cadáveres de aves, bayas, hierba y animales marinos, además de masticar trozos de madera.

Un grupo de Investigadores canadienses han rastreado a los osos polares, un animal en peligro de extinción, para observar su estilo de vida, amenazado por el cambio climático. Y lo que vieron fue aterrador. Observaron a los 20 osos polares durante tres años. Para su estudio, revisaron 115 horas de videos de los osos, lo que les brindó una perspectiva única. En las grabaciones, los investigadores vieron a los osos alimentándose de cadáveres de aves, bayas, hierba y animales marinos, además de masticar trozos de madera y pelear entre ellos en el agua.
Para observarles más de cerca, y analizar su estilo de vida, colocaron cámaras GoPro los ejemplares, que se encontraban en la Bahía de Hudson, Canadá. El oso polar, también conocido como oso blanco, está en la Lista Roja de la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza) como especie vulnerable.
El cambio climático está provocando el derretimiento del hielo en su hábitat, un elemento crucial para que los osos cacen y escapen del agua. Debido al derretimiento del hielo, los osos ahora pasan más tiempo en tierra, donde el alimento rico en calorías que necesitan es, lamentablemente, escaso.
Otra desventaja es que la región de la Bahía de Hudson está experimentando un período sin hielo tres semanas más largo que en 1979, según un estudio publicado en la revista Nature Communications. Esto aumenta aún más el tiempo que los osos pasan vagando por la Tierra en busca de alimento.
Al verse severamente reducidos a alimentarse en tierra en lugar de en el mar, los osos experimentaron una transformación significativa, observaron los investigadores. Creían que compensarían el tiempo que pasaban en tierra descansando y alimentándose de otras presas. Aun así, la alternativa no tuvo éxito.
Los científicos observaron que, de 20 individuos, 19 habían perdido peso por falta de alimento. Uno de los osos llegó a perder hasta 36 kilos, lo que alarmó a los investigadores. El peso promedio de un oso macho es de 450 kg y el de una hembra, de 250 kg. Como resultado, los científicos observaron que los osos más hambrientos y delgados corrían más riesgos para alimentarse que los más gordos. Esto incluía nadar durante períodos más largos, lo cual es inusual. Estos investigadores advierten, por tanto, de que una dieta terrestre de bayas y presas pequeñas no permitirá a los osos sobrevivir y subsistir.