Pocas cosas desesperan más que desvelarse en mitad de la noche y tener la sensación de que empiezan a pasar los minutos y que, lejos de poder conciliar el sueño de nuevo, cada vez estamos más nerviosos y activados, sabiendo que al día siguiente estaremos cansados y que todo se hará cuesta arriba.

Las causas de estos despertares pueden ser diversas, y van desde la temperatura, el ruido o el estrés o hasta patologías como apnea del sueño, insomnio crónico o el síndrome de piernas inquietas.

¿Cómo saber cuándo hay que consultar con un profesional de la salud? El doctor Alexandre Aranda, especialista en neurología y medicina del sueño ha respondido en Linternaute cuáles serían los criterios.

"El primero que debe motivar una consulta es la pérdida de la capacidad para tener un buen sueño nocturno, para tener un sueño reparador y para realizar las cosas habituales durante el día. Especialmente en caso de síntomas relacionados con enfermedades que afectan al sueño, por ejemplo, ronquidos fuertes, pausas en la respiración, dolores de cabeza por la mañana, necesidad de orinar o beber por la noche", ha enumerado.

"Luego, durante el día, notar una fatiga anormal, la incapacidad de permanecer completamente despierto durante el día o incluso la necesidad de dormir siestas", ha proseguido.

Según este experto, el tener despertares repetidos durante la noche y experimentar dificultad para pasar el día varias veces a la semana y durante más de tres meses sería motivo de consulta.