"La Casa de la Bruja" está abierta al público en este precioso pueblo de Cantabria: una mansión señorial muy bien conservada
Uno de los mejores ejemplos de arquitectura señorial en el norte de España.

Por primera vez en su centenaria historia, la imponente mansión conocida como la Casa de la Bruja ha abierto sus puertas al público, permitiendo a visitantes y amantes del patrimonio a descubrir sus salones ornamentados, sus escudos de armas y su peculiar atmósfera aristocrática. Después de ser testigo de rodajes, leyendas y elegancia señorial, ahora esta residencia privada ofrece recorridos guiados cada fin de semana.
En lo alto de la colina de Moria, rodeada por jardines que se bañan con la brisa del Cantábrico, se alza la Casa del Duque de Almodóvar del Río, una mansión que ha sido popularmente apodada como la Casa de la Bruja. Este enclave señorial de Comillas, cuya construcción data de finales del siglo XIX, ha sido tradicionalmente custodiado por los descendientes de la nobleza que lo encargó en su día.
Su curioso apodo nace del aura misteriosa que siempre ha envuelto a la residencia. Entre los vecinos y amantes de las leyendas locales ha cobrado vida el apelativo de Casa de la Bruja debido a su fachada enrejada, la enigmática silueta que recorta el horizonte y su aparición en varias producciones cinematográficas de terror, como ‘Al ponerse el sol’ (Mario Camus, 1967) y ‘La sombra prohibida’ (José Luis Alemán, 2011), entre otras.
Sobre las visitas
La casa fue mandada construir en 1896 por Juan Manuel Sánchez y Gutiérrez de Castro, Duque de Almodóvar del río, como respuesta al resurgir aristocrático de Comillas tras la llegada de Alfonso XII. Francisco Hernández-Rubio fue el arquitecto que dirigió las obras, plasmando una estética caracterizada por la asimetría en los volúmenes, el uso de ladrillo visto y la ornamentación en madera.
Estos elementos contrastan con los tesoros modernistas y neogóticos de la región cántabra, por lo que hoy es uno de los mejores ejemplos de arquitectura señorial en el norte de España. Ubicada en el paraje conocido como Prado San José, esta mansión inauguró un programa de visitas guiadas según el cual, desde abril hasta septiembre de 2025, permitirá al público adentrarse por primera vez en sus estancias, normalmente reservadas para eventos privados.
Durante la visita guiada, que únicamente puede reservarse a través de la plataforma oficial, los turistas recorren el hall principal, el comedor, el salón y las dieciséis habitaciones que conservan su decoración original. Asimismo, se pueden admirar baños de estética victoriana, con una bañera de patas de garra y detalles metálicos que evocan la opulencia de la aristocracia de la época. Una visita que concluye con unas vistas privilegiadas al mar Cantábrico.
El horario de acceso está limitado a los fines de semana: los sábados hay cuatro pases (11:00, 12:00, 16:00 y 17:00 horas) y los domingos dos (11:00 y 12:00). Las entradas tienen un precio de 10 euros para adultos y 6 euros para niños de entre 7 y 12 años. Durante puentes o festivos se habilitan pases adicionales en grupos reducidos de hasta 20 personas. Además, la finca continúa acogiendo a celebraciones privadas, especialmente bodas.