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El tablero político y la posición de la DANA: de tragedia humanitaria a arma arrojadiza

El tablero político y la posición de la DANA: de tragedia humanitaria a arma arrojadiza

Desde la catástrofe del pasado 29-O, todos los partidos políticos han utilizado lo ocurrido en Valencia y a sus víctimas en sus enfrentamientos. La última reunión entre Sánchez y Mazón se produjo el 31 de octubre, hace más de 200 días.

El president de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.Europa Press via Getty Images

Aquella noche del 29 de octubre de 2024 será imborrable para millares de familias de la Comunidad Valenciana. El cielo arrojó toda su furia contra una tierra que se convirtió en lodazal causando más de 200 muertos y daños materiales incalculables. Desde entonces, volver a la mayor normalidad  posible se ha convertido en la prioridad de todos los vecindarios que se pasaron semanas barriendo barro y apoyándose entre ellos. Mientras tanto y después de siete meses de la tragedia, diferentes partidos políticos pareciera que han olvidado a los muertos y han vuelto a usarlos como cargamento político. Una cicatriz física resalta en la tierra valenciana mientras el foso de la distancia con la clase política aflora en la ciudadanía.

El pasado jueves 22 de mayo, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se reunía con las tres principales asociaciones que representan a las víctimas. Un encuentro muy esperado por las agrupaciones debido a la poca atención que han recibido a lo largo de los últimos meses. "Es muy importante para nosotros el reconocimiento que nos da el encuentro con instituciones. Tanto la de la semana pasada en Bruselas, como este con Sánchez y ojalá alguno con Carlos Mazón", señalaba una de las portavoces de las agrupaciones de afectados. En lo referido a lo ocurrido la semana pasada en Europa, las asociaciones contaron con la presencia de la presidenta la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que incluso llegó a prometer que "acudiría en persona al lugar de la tragedia".

Los cauces parecen ir por otros derroteros en suelo nacional. Una vez anunciada la reunión del jueves 22 de mayo, mensajes cruzados se esgrimieron en una batalla anunciada desde el primer minuto. "El presidente que se fugó de Paiporta, dejando al jefe de Estado solo, ya era hora que tuviese algún interés por Valencia", recriminaba el presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, en el VI Foro Internacional de Expansión. Minutos antes, el presdident de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, competía con el líder del Ejecutivo para ver quién veía a más víctimas. "Las reuniones que mantengo están siendo permanentes, muchas de ellas discretas porque así lo quieren las víctimas", aseguraba el líder popular valenciano.

Una vez establecida su marca en la competición, emprendía un nuevo ataque entre administraciones. "La Generalitat Valenciana sigue sin recibir fondos para colegios y hospitales. Hay 38.000 afectados por la DANA que han pedido al Gobierno ayudas de primera necesidad y que siguen esperándolas siete meses después", declaraba ante los medios de comunicación instantes previos de producirse la reunión en la que se anunció que se producirá un funeral de Estado para las víctimas en Valencia próximo al aniversario de la tragedia. Por otro lado, entre miembros del Ejecutivo y socios del Gobierno, permanece la incredulidad de que Mazón siga presidiendo la formación popular valenciana. "Llegó al frente del PP para tapar la corrupción de Ayuso y pretende mantenerse tapando la negligencia de Mazón", le señalaba el propio presidente socialista al líder de los populares.

El disparo que señaló el inició del duelo en realidad fue en mitad de la tragedia. Entre camiones con ayuda, voluntarios de diferentes pueblos que acudían a las zonas más afectadas y palas que intentaban apartar el fango que se apoderaba de cada rincón, la ciudadanía notó una de las mayores desconexiones con la política de los últimos años. "No sabíamos quién estaba al frente, ni quién tenía más o menos responsabilidades, pero la realidad es que la ayuda no llegaba y cuando sucedió la tragedia parece que tampoco nada funcionó", explica uno de los voluntarios que acudió a los pueblos de Valencia para echar una mano desde Madrid. "Toda la población intentó poner de su parte, desde aportando comida o utensilios que fueran útiles, hasta yendo a los lugares afectados o caminando de una localidad a otra cargado con agua, botas y palas", prosigue explicando el voluntario que recalca que "a pesar de que en aquellos días era una imagen que emocionaba y señalaba lo que podemos llegar a hacer los unos por los otros, la realidad es que había un abandono institucional enorme".

  Imagen de la localidad valenciana de Chiva tras la DANA del 29 de octubre de 2024.DIPUTACIÓN DE VALENCIA - Archivo

Fue entonces cuando la implantación del relato por ambas partes intentó ganarle la partida al otro. Por el lado de los populares, el Gobierno de España no estuvo a la altura. "No se levantó el Estado de Alarma, ni siquiera entró el Ejército a las calles en un momento donde la ciudadanía valenciana estaba sola ante toneladas de barro y fango", señalaban desde el partido de Feijóo. Por el otro, la inexplicable actuación de Carlos Mazón el día de la catástrofe sigue siendo algo difícil de explicar.

El president mantuvo su agenda institucional durante gran parte del día, a pesar de la alerta roja emitida por Aemet a las 7:30 h. Por la mañana, participó en un acto en el Palau de la Generalitat donde afirmó que el temporal se desplazaba hacia Cuenca y que se esperaba una disminución de su intensidad en la Comunidad Valenciana alrededor de las 18:00 h. Posteriormente, asistió a un encuentro con empresarios y sindicatos que concluyó cerca de las 15:00 h. No fue hasta las 17:00 h cuando se convocó el Centro de Coordinación Operativa Integrada (Cecopi), aunque la convocatoria se realizó a las 15:00 h, coincidiendo con el aviso a la Unidad Militar de Emergencias para desplegarse en la comarca de Utiel-Requena.

Más tarde, se supo que Mazón mantuvo una comida privada de trabajo con la periodista Maribel Vilaplana para discutir su posible incorporación a un nuevo proyecto televisivo. Durante la tarde, el presidente realizó varias llamadas telefónicas, incluyendo una a la entonces consellera de Justicia e Interior, Salomé Pradas, a las 17:37 horas. Sin embargo, no fue hasta las 20:28 horas cuando Mazón llegó al Cecopi, según confirman las imágenes de las cámaras de seguridad del centro. Este retraso en su llegada ha generado críticas en la política y la ciudadanía; y esta siendo objeto de investigación judicial, ya que la alerta a los ciudadanos se envió a las 20:11 h, momento en el que muchas víctimas ya habían fallecido debido a las inundaciones.

El pasado jueves 29 de mayo, la Comunidad Valenciana fue escenario de nuevas manifestaciones masivas en Valencia, Alicante y Castellón; convocadas por más de 200 entidades sociales, sindicales y asociaciones de víctimas. Estas protestas que se repiten por séptima vez en estos siete meses desde la tragedia, exigen la dimisión del president de la Generalitat. Los manifestantes denunciaron la falta de apoyo institucional, la escasa transparencia y la negligencia en la respuesta a la catástrofe, así como la aprobación de presupuestos autonómicos que consideran insuficientes para la reconstrucción y atención a las víctimas. En Valencia, la manifestación reunió a unas 15.000 personas —según la Delegación del Gobierno—, mientras que en Alicante y Castellón se congregaron más de un millar y entre 1.200 y 4.000 personas, respectivamente. Los asistentes corearon consignas como "Mazón dimisión" y "No son morts, son assassinats", y exigieron justicia, verdad y responsabilidades políticas y penales.

Pasados siete meses de la catástrofe, la DANA se ha convertido para muchos en un arma arrojadiza que lanzar al adversario político, pero con escaso caso al pueblo y dejando en un segundo plano a las víctimas y los daños que mantienen sumido a toda una población en una desesperante búsqueda interminable de volver a la normalidad. No es la primera vez que una tragedia se usa de forma estratégica en la política nacional. Sin embargo, hay pocos precedentes de la distancia y la apatía que ha generado hacia la política, sobre todo en las generaciones más jóvenes. "Era llamativo el sentimiento de 'soledad' que sentíamos muchos de nosotros. Nos daba igual quien gobernara, teníamos la sensación de que estábamos solos y nos la teníamos que apañar, esto es algo que comparte un significativo porcentaje de la población, algo mal estarán haciendo", comenta uno de tantos voluntarios que se acercó desde Madrid a las zonas afectadas.

Mientras los dardos vuelan en todas las direcciones y se distribuyen las culpas como si de repartir cartas de la baraja se tratase, la realidad es que el president de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, y el presidente del Gobierno de España, llevan desde el 31 de octubre -dos días después de la tragedia- sin mantener una reunión entre ambas instituciones. A la par, un pueblo entero sigue esperando ayudas, arreglos en centenares de ascensores de la ciudad, carreteras y puentes caídos y, sobre todo, lidiar con lo que supone el duelo de la mayor tragedia en este siglo en la península.