El submarino español vigilado por superpotencias muestra su poderío al frente de la OTAN
Es la primera participación del sumergible en unas maniobras multinacionales.
El submarino español S-81 Isaac Peral ha sido uno de los grandes protagonistas del ejercicio DYNAMIC MARINER/FLOTEX-25, que ha sido coorganizado por la Armada desde su base de Rota (Cádiz) y el Mando Aliado Marítimo (MARCOM) y que ha finalizado exitosamente tras dos semanas de intensas maniobras.
Estos ejercicios militares serán recordados por tratarse de la primera participación del sumergible en unas maniobras multinacionales, lo que supone un hito en la modernización de la Fuerza Submarina.
El ejercicio marítimo, que se desarrolló entre el 24 de marzo y el 4 de abril, ha sido el más importante de los últimos años, tanto a nivel nacional como aliado, con la participación de aproximadamente 5.000 militares, 30 buques, 2 submarinos, unidades anfibias y aeronaves de 8 países aliados: Alemania, España, Estados Unidos, Francia, Grecia, Italia, Portugal y Turquía.
Además, este ejercicio ha tenido una relevancia especial, ya que ha servido para certificar al Spanish Maritime Forces Headquarters (SPMARFOR) como Mando Componente Marítimo (MCC) de la Fuerza de Reacción Aliada (ARF) para el periodo 2025/2026, un paso fundamental en el proceso de preparación para la respuesta inmediata ante cualquier crisis que amenace la seguridad de la Alianza.
El SPMARFOR, bajo la estructura del Cuartel General Marítimo de Alta Disponibilidad (CGMAD), es uno de los seis cuarteles generales marítimos que la OTAN mantiene disponibles para liderar fuerzas navales de la Alianza.
En concreto, en las maniobras se ha replicado un escenario ficticio de alta intensidad, inspirado en el golfo de Guinea, lo que ha permitido a las fuerzas participantes simular situaciones de crisis que requieren el despliegue de fuerzas navales fuera de sus aguas nacionales. Durante dos semanas, los participantes han tenido la oportunidad de ejercitar la proyección del poder naval, el mando y control, las operaciones anfibias, guerra antisubmarina y ciberdefensa, entre otras.
Se trata del ejercicio más importante realizado en los últimos años entre la Armada y la Alianza.
Integración de tecnologías avanzadas y sistemas no tripulados
El ejercicio ha permitido integrar tecnologías avanzadas y sistemas no tripulados (UXV) tanto de la OTAN como de la industria nacional de defensa. Las operaciones también han incluido misiones en el ámbito de la guerra electrónica y de la ciberdefensa, fortaleciendo la capacidad de la Alianza en la protección de infraestructuras críticas y la respuesta ante ciberamenazas.
Asimismo, también han participado en las maniobras unidades del Ejército de Tierra, Ejército del Aire y del Espacio, el Mando Conjunto del Ciberespacio y el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA), lo que ha contribuido a mejorar la interoperabilidad entre las distintas ramas de las Fuerzas Armadas españolas y los países aliados.
