Una mujer se deja llevar por la fama de este color para pintar su cocina y revela lo mucho que ha hecho en su estado de ánimo
"Se ha convertido en mi favorito", asegura.

A veces seguir las modas puede salir caro. Es lo que le ha pasado a Marie Alkestrup, que ha pintado las paredes de su cocina amarillo mantequilla, "el beige de este año", y no era consciente de lo mucho que iba a afectar a su estado de ánimo.
Según publica el medio danés Woman, este color se ha puesto de moda, puesto que "con su delicado tono crea la base neutra perfecta para una decoración colorida". "Tal vez por eso es tan increíblemente popular en este momento, donde se puede ver en varios lugares".
La mujer explica en el blog que publica dentro de esta revista especializada que, "después de ver el color en redes sociales, me convencí de que debería pegarse en mis paredes blancas, que de otro modo estarían completamente recién pintadas". Sin embargo, confiesa que le "golpeó" una "sensación decepcionante" al terminar el proyecto, y "brevemente", "logré pensar que el color era demasiado aburrido para mí".
De este modo, lo que descubrió era que el color afectaba a su estado de ánimo. "El color amarillo claro da la sensación de sol eterno en la cocina, incluso en las mañanas en las que el sol se ha atrincherado detrás de un cielo gris cementado", asegura. "Se ha convertido en mi favorito, porque simplemente me pone de buen humor".
"Entiendo por qué tanta gente elige ese color en particular para las paredes", concluye en la publicación. "Es muy emocionante formar parte del Amarillo matequilla-club".
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