Cuando llega el calor, los chicos se enamoran. Será la brisa. Puede que sea el sol. O, incluso, que alguno sea un moscardón. Más allá del sentido metafórico, con el verano cada vez más próximo, los mosquitos empiezan a acechar.

Igual que ocurre con los moscardones, su compañía no suele ser del todo bien recibida. Para aquellos que hayan probado repelentes y métodos artificiales, es probable que les interese conocer que también hay remedios naturales.

Uno de ellos es la citronela. Se trata de una planta perenne que encuentra su origen en el continente asiático. Su olor, de lo más característico, resulta agradable al olfato humano, pero no es tan cautivador con los mosquitos.

Y es precisamente eso lo que la convierte en una aliada en la lucha contra estos pequeños, pero molestos, insectos. Aquellas que dispongan de jardín, pueden plantar un ejemplar en él, pero también crece en jardinera y maceta.

Según el portal especializado en jardinería Candy, las variantes de la citronela que resultan más repelentes para los mosquitos son Cymbopogon nardus, Cymbopogon citratus y Cymbopogon winterianus.

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