No hay giro inesperado. El presidente del Parlament balear, Gabriel Le Senne (Vox), se sentará en el banquillo para ser juzgado por un presunto delito de odio. El político de la formación ultra ha visto como la Audiencia de Palma ha desestimado el recurso presentado por la representación letrada del presidente de la Cámara autonómica y la Fiscalía.

Todo entronca con el episodio vivido durante un pleno de las cortes baleares, en el que Le Senne perdió los estribos -así lo reconoció él mismo- a la hora de arrancar y romper una fotografía de republicanas fusiladas en 1937. El president del Parlament, y, por ende, máximo responsable de salvaguardar la moderación, el respeto y la integridad política en esa cámara regional, arrancó dicha imagen del portátil de una diputada socialista.

En este sentido, el juez Juan Manuel Sobrino ordenó la apertura de la causa a finales del pasado mes de febrero, dando un plazo a Le Senne para depositar una fianza de 40.000 euros. Tres meses más tarde, es cuando llega la confirmación de que el president de la Cámara Baja balear. Y lo cierto es que esta noticia se produce en un momento especialmente singular. Los populares de la mandataria balear, Margalida Prohens, han logrado un acuerdo para sacar adelante los presupuestos con Vox. 

Entre otras cuestiones, como negarse a acoger más migrantes menores no acompañados o impulsar el castellano frente al balear, se acordó la derogación de la ley balear de memoria histórica. Precisamente, el desencadenante de que aquella fotografía estuviese presente el día de los hechos. Es más singular aún si cabe porque el mismo PP de Prohens había llegado a un pacto con las formaciones de izquierda para no materializar la derogación de esa norma ya pactada con la ultraderecha previamente y ahora vuelve al mismo punto que antes de que Abascal forzase la ruptura de todas las alianzas autonómicas con el PP.

¿Qué ocurrió en el pleno?

Cabe recordar que el 18 de junio de 2024, Le Senne protagonizó una bronca intervención en la que llamó al orden a dos diputadas socialistas y miembros de la Mesa de la Cámara, que llevaban en sus ordenadores portátiles las fotografías de los represaliados. Le Senne destrozó la imagen de Aurora Picornell y después expulsó a dichas diputadas autonómicas del PSOE, Mercedes Garrido y Pilar Costa.

También cabe destacar que el propio Parlament balear emitió un comunicado en el que se descargaba parte de la responsabilidad de Le Senne. "Al volver la señora Garrido a abrirlo, el presidente intentó retirar el cartel. En ningún caso fue su intención romperlo. No obstante, el presidente admite que habría sido más apropiado ordenar a los servicios de la Cámara la ejecución de la decisión".

En ese mismo texto, se resolvía que "en cualquier caso, no es posible censurar la actuación del presidente, sin antes censurar la actitud previa provocadora de la vicepresidente y secretaria segundas del Parlament".