El hábito nocturno que viene de Dinamarca que reduce drásticamente el cortisol y ayuda a dormir como lirones
"Se necesita poco" para entrar en un estado de tranquilidad.

La expresión danesa Hyggie viene a significar "calidez", "intimidad", y se puede traducir como la capacidad de disfrutar de los pequeños placeres cotidianos dentro de un ambiente doméstico. Esta filosofía del bienestar demuestra que "se necesita poco" para reducir el cortisol y entrar en un estado de tranquilidad.
En declaraciones recogidas por la revista Vogue en su versión italiana, Javier Albares, experto en sueño, explica que "el día determina la noche". Es decir, "es importante tener días equilibrados y, sobre todo, prestar atención a lo que hacemos en las dos horas previas a la hora de dormir". Es por esto que recomienda practicar la filosofía Hygge en las horas previas al sueño.
De acuerdo a la información difundida, y tal y como el escritor danés Meik Wiking revela, se trata de convertir "una cena apresurada" en la cual "no te despegas del teléfono móvil, ver la televisión y apenas intercambiar algunas palabras" en un "ritual lento dedicado no solo a comer, sino también a conversar".
De este modo, la desconexión del mundo se presenta como una "condición indispensable" para poder concentrarse en la conversación, que tal como se señala, debe ser "significativa" y llevada a cabo de manera consciente, no distraída. Nada de móviles, televisiones o radios. "Estas conversaciones ayudan a crear un ambiente cálido, íntimo y relajante. Es como estar envuelto en un abrazo, pero sin contacto físico", asegura Wiking.
En su libro, Hygge. El camino danés a la felicidad, que ha sido consultado por el medio, el escritor, hace referencia a un estudio realizado por las universidades de Arizona y Washington, en el que se examinó la correlación entre el tipo de conversaciones que tenemos y nuestro nivel de felicidad. Los resultados concluyeron que entre los sujetos involucrados, los más felices eran aquellos que, además de pasar menos tiempo a solas, tenían el mayor número de conversaciones significativas, "con su profundidad y su implicación emocional".
"Tener conversaciones de este tipo en la intimidad cálida y tranquilizadora del ambiente hogareño, con personas cercanas y en las que confiamos, hace que nuestro cuerpo aumente la producción de hormonas del bienestar, como la serotonina, la endorfina, la dopamina y la oxitocina, al tiempo que inhibe la secreción de la hormona del estrés, el cortisol", reza la publicación.
En la publicación se enumeran algunos consejos para convertir una cena al más puro estilo Hygge.
- Cenar en una mesa redonda, puesto que "nadie se puede sentir en una posición dominante y todos los comensales están en igualdad de condiciones", según Wiking.
- Iluminación suave y cálida para "reducir el ruido en 6 decibelios".
- Añadir detalles en el ambiente que inspiren sensación de confort, como "cojines, mantas y alfombras".
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